
Los personajes son el alma de una novela. Son como el motor de un vehículo o de una máquina: sin ellos, tu argumento será solo una carcasa. Si quieres que tus lectores se enganchen a tu historia hasta el final, debes poner gran parte de tu esfuerzo en lograr crear unos personajes que trasciendan más allá de la trama, necesitas saber cómo crear unos personajes inolvidables. Si a los lectores no les interesan tus protagonistas, ¿por qué va a importarles lo que les pase? Les dará exactamente igual lo que digan o lo que hagan.
Sin duda, el mundo ficcional que hemos creado es un punto de interés, sobre todo si se trata de mundos fantásticos o extraños. Pero incluso estos, no tendrán el mismo poder de atracción si no cuentas con un personaje central atractivo (no me estoy refiriendo a su aspecto) y bien desarrollado que se mueva en ellos.
Como ya hemos dicho muchas veces en este blog literario, no hay normas ni reglas fijas en esto de la escritura creativa, pero sí buenos consejos para escritores principiantes. A continuación, voy a tratar de enumerar algunos sobre cómo crear personajes memorables.
Un protagonista fuerte y activo
Si el protagonista es el motor de tu historia, conviene que arranque y que se ponga en marcha pronto. Si es un personaje pasivo, que vive anclado en sus pensamientos y le cuesta tomar decisiones, será más difícil que resulte atractivo. Como en todo hay excepciones, pero imagina tener coche para tenerlo siempre guardado en el garaje.
Si eres fiel a este blog, ya sabrás que para que la trama no se estanque los protagonistas deben luchar por lograr sus deseos y objetivos. Todos los protagonistas tienen una meta. Cuanto más dura sea la batalla para alcanzarla, mejor. De ahí la importancia de diseñar el conflicto narrativo. Si tu protagonista sigue pensando qué hacer mientras otro personaje secundario ya se ha puesto en marcha, ten por seguro a quién de los dos querrá seguir el lector.
Por supuesto que los protas pueden esperar a que llegue el momento idóneo, meditar sobre ello, pensarlo y repensarlo…, pero no te entretengas mucho en desarrollar esas partes. Utiliza el resumen y muestra bien el momento en que por fin se pone en marcha. Que sí, que sé lo que me vas a decir, que tu personaje es reflexivo. Vale. Pero que actúe después de esa reflexión. Que sí, que es un introvertido, de acuerdo, pero que tome decisiones, aunque sea en la sombra. Que tu novela habla de sentimientos o es una novela psicológica. Todo lo que quieras, pero no puede ser que el lector esté deseando ponerle un petardo en el culo.
Tus personajes no pueden ser perfectos
Un personaje perfecto no es precisamente uno con el que uno se pueda identificar, y los personajes con los que no se puede identificar están destinados a quedar relegados y olvidados. Para crear personajes complejos y creíbles que atraigan la atención de los lectores, es necesario que tengan algunos defectos y debilidades.
Los defectos no solo despiertan la curiosidad de los lectores desde el principio, sino que también hacen que la historia sea mucho más dramática y emocionante, ya que demuestran que el protagonista no es invencible. A veces lo que más nos atrae de una persona son precisamente sus puntos débiles. Darnos cuenta de que el héroe también se puede romper lo hace más valiente. Valiente no es aquel que no tiene miedo, sino el que no deja que el miedo le bloquee.
Gracias a sus defectos, los protagonistas se acercan más a una persona real y queremos que triunfe aún más por ello. Eso nos acerca más a ellos. Los personajes perfectos son inverosímiles, así que no caigas en los personajes Mary Sue.
Los protagonistas eligen por voluntad propia
Uno de los errores que puede arruinar una historia es no dejar que los personajes elijan el camino a tomar para alcanzar sus deseos. Algunos escritores principiantes dan un exceso de peso a la trama, en el sentido de que son capaces de forzar que un protagonista haga algo para lograr mayor tensión dramática en la historia. Pero tenemos que preguntarnos: ¿Es realmente eso lo que el personaje quiere hacer? ¿No estaremos eligiendo por él?
Según Linda Seger en Cómo crear personajes inolvidables: “Los personajes deben ser coherentes con su perfil, lo cual no quiere decir que sean previsibles. Quizá esta sea la parte más difícil en la creación de personajes multidimensionales y realistas. La coherencia tiene que ver con los valores éticos del personaje, lo que es capaz de hacer y lo que no y la forma de solucionar los problemas que se le enfrentan”.
Otras veces lo que sucede es que no les damos la oportunidad de elegir porque le damos una opción posible. Para que una elección sea libre, al menos nuestro personaje tiene que tener dos posibilidades, dos alternativas válidas. Si solo hay un camino posible, si el curso de los acontecimientos de la historia ya está fijado de antemano por el autor, ¿por qué voy a interesarme por el personaje? Deja que decidan ellos te guste o no. No son tus marionetas.
Tampoco se trata de darles dos opciones y que una de ellas sea la mala malísima. Esa no sería una opción realmente válida. Lo más probable es que ninguna de las opciones sea perfecta, sino que en todas sacrifica algo. Eso es lo interesante, a qué renuncia el personaje. Mejor si la decisión va acompañada de un dilema moral.
Por supuesto, no diseñes personajes sin salida. Salvo en apariencia, si utilizas el recurso del cliffhanger. Pero será solo por un momento. En El fugitivo, durante la huida por los túneles de las alcantarillas Richard Kimble (Harrison Ford) tiene la posibilidad de entregarse o saltar.

Tu protagonista no es una marioneta. No le impongas tu voluntad. Para que pueda tomar una decisión libre, siempre debe tener la posibilidad de elegir al menos entre dos alternativas, a menudo imperfectas. No está al servicio de la trama. Sino que es él quien la escribe.
Los protagonistas inolvidables no pueden planos
En otro artículo de nuestro blog literario hablamos de los personajes redondos y planos. Si quieres lograr protagonistas memorables necesitas crear personajes redondos, es decir, que evolucionen.
Permite que la trama afecte a los personajes. Puede parecer contradictorio porque hemos dicho que los personajes inolvidables deben ser fuertes, pero incluso los personajes activos con capacidad de acción deberían verse afectados por lo que sucede a su alrededor. Son fuertes, pero no inmutables ni insensibles. Tienen vida propia.
Si quieres que tu personaje parezca real, no debería ser inmune a los acontecimientos de la historia, sino más bien reaccionar ante su entorno y sus experiencias. Esto se reflejará en el arco de transformación del protagonista. De hecho, los personajes fuertes también influyen en el mundo que los rodea y en otros personajes.
Contradicciones interesantes sin perder la coherencia
Los hemos dicho muchas veces en este blog. Los seres humanos estamos llenos de contradicciones. Es interesante que nuestros protagonistas también las tengan. Sí, doy fe de que se puede estar a dieta y ponerse doble de azúcar en el café.
A veces los personajes desean hacer algo, pero acaban finalmente haciendo lo contrario. Por miedo, por vergüenza, por compasión o por ayudar a alguien. A veces les gustaría gritar, pero callan. No siempre siguen sus deseos. Diálogos, actos y comportamientos pueden resultar contradictorios, pero solo si no tenemos en cuenta su mundo interior.
Eso sí, no es incompatible actuar de forma contradictoria con mantener su coherencia interna. Puede querer sacarse una carrera, aunque no le guste estudiar. Lo que no es creíble es que no le cueste nada hacerlo y que saque la oposición a la primera.
Una buena caracterización
Por supuesto, un buen personaje necesita de una buena caracterización que trabaje todo los aspectos y planos del personaje. No es mala idea escribir una pequeña biografía de nuestro protagonista e incluir información sobre su apariencia, su entorno, su mundo emocional y, sobre todo, profundizar en los aspectos psicológicos. Hacer una ficha de personaje puede ayudarnos a trabajarlos y darles la complejidad que necesitan. Según la guionista Linda Seger, puede ayudarnos:
Escribir la historia de fondo o biografía del personaje proporciona información de los acontecimientos del pasado que afectan la estructura dramática de la historia, además de la biografía del personaje. Quizá la mayoría de la información jamás llegue al guion, pero es crucial para formular una historia y personajes verosímiles. La biografía del personaje incluye información diversa pero que puede resumirse en tres partes:
• Fisiología. Edad, sexo, postura apariencia, defectos físicos y herencia genética.
• Sociología. Clase social, cultural y económica, profesión, educación, vida doméstica, religión, afiliaciones políticas y pasatiempos.
• Psicología. Vida sexual, valores morales, ambiciones, frustraciones, temperamento, actitud ante la vida, complejos, aptitudes, cociente de inteligencia y personalidad.
Huir de los estereotipos y tópicos
En relación con el punto anterior, si quieres que tu personaje sea inolvidable, sé original. No te inspires demasiado en personajes que ya existen y que otros escritores ya han creado. Huye de los tópicos y de los personajes estereotipados.
Bibliografía:
Cómo escribir personajes inolvidables. Seger, Linda. Editorial Paidós Comunicación (2000).
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