
Si hay algo fundamental en un texto literario, ya se trate de un cuento o de una novela, es cómo empieza la historia. Después del título y la cubierta, las primeras cosas que ve el lector, el “arranque” es clave a la hora de que se interese por tu historia. Quizá haya oído hablar del libro, ha leído alguna crítica o recibido un comentario de algún amigo. Pero es muy posible que antes de comprarlo se detenga a leer los primeros párrafos para saber cómo empieza el libro. Tiene que elegir entre los cientos de libros a su alcance en las estanterías de la librería o de la biblioteca. Por eso, aquí no conviene guardarse nada, hay que jugárselo todo a la carta más alta.
¿Cómo podemos resultar vencedores en esta partida? Analizar cuál es la función del inicio de la novela, del arranque de una novela puede ayudarte a encontrar ideas sobre cómo empezar una historia.
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Comienza generando expectativas
Atraer la atención del lector es crucial a la hora de escribir una novela de éxito, y conviene lograrlo desde el primer momento. Las frases iniciales son vitales, por ello, cuanta más información podamos proporcionar con menos palabras mejor. Conviene ir directo al grano. Dejemos las descripciones y los antecedentes para más adelante, es mejor comenzar con alguna acción.
Pero una acción importante, no un hábito que nuestro protagonista haga todos los días. Nada de bostezar recién levantado o desayunar tostadas. Salvo que ese madrugar tenga algo de particular o sea diferente a todos los demás, mejor iniciar la novela cuando tu personaje esté ya despierto, haya levantado la persiana y se haya lavado la cara. Así evitarás además la escena-cliché de tu protagonista delante del espejo. Aunque no lo menciones, entendemos también que es limpio y que, como normal general, se ducha y se limpia los dientes.
Como en todo, puede haber excepciones. Por ejemplo, tal vez ese despertar sea reflejo de un estado de ánimo del protagonista y sea determinante en los futuros acontecimientos de la historia. En ese caso, estaremos generando preguntas y expectativas. ¿Por qué se encuentra así el protagonista? ¿Qué le ha ocurrido? Lo de hablar del tiempo ya sabes que debes reservarlo para tu vecino cuando coincidas con él en el ascensor, pero quizá una descripción del clima o del escenario puede ser interesante si funciona como una metáfora de situación, como un reflejo del estado de ánimo del personaje o de la situación que se está viviendo en ese momento o que vivirá en la historia.
Ya hemos dicho que una buena idea es comenzar por una acción. Pero no te olvides que un diálogo también puede ser acción, como vimos en la entrada de nuestro blog sobre cómo escribir diálogos. Es también una manera de generar conflicto y presentar a los personajes al mismo tiempo. Que cree tensión, que provoque interrogantes en el lector, que se interese por lo que va a pasar, que muestre problemas o anticipe conflictos narrativos, ahí está la clave de un buen comienzo para una historia.

Sabemos que desayunar es fundamental para comenzar el día, pero quizá no sea buena opción como arranque de una novela. Salvo que lo integres dentro de una escena dialogada que provoque intriga u otro tipo de interés. Entendemos que tu personaje se despierta, se lava la cara y desayuna, pero no es necesario incluirlo en la novela. Si eres Kafka y estás escribiendo La metamorfosis olvida este consejo.
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Presenta al protagonista
Sobre todo si te trata de una novela, sabemos que es esencial para generar el interés de tu historia que el lector se identifique con tu protagonista de alguna forma, que pueda empatizar con él. Por eso es importante que lo conozca pronto, que proporciones en el arranque algunas pinceladas de quién es, cómo es, en qué situación se encuentra. Esto es importante porque, te guste o no, tu historia tiene su público objetivo, aquel a quién está dirigido, aquellos lectores a los que les puede gustar. Quién es el protagonista no es el único factor, pero sí uno muy importante a tener en cuenta para definirlo. Lo entenderás mejor si piensas, por ejemplo, en un adolescente de 14 años. ¿Qué tipo de novelas crees que le gusta leer? ¿Qué tipo de protagonista elegirías para atraer su atención?
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Define el género de la historia
Las preguntas retóricas con las que terminé el apartado anterior enlazan con lo que voy a tratar a continuación. Y es que una de las cosas en las que suelo incidir en mis cursos de escritura creativa es en la importancia del primer capítulo de una novela. En él tiene que quedar bien definido y perfectamente claro el género de nuestra novela. No puedes iniciar una novela de intriga sin generar ninguna expectación, ni una novela de humor sin que hayas logrado sacar al lector al menos una sonrisa.
Muchos lectores compran una novela porque quieren leer un determinado tipo de historias y sabrán si la tuya se corresponde con lo que están buscando cuando lean el primer capítulo. Eso sí, no les decepciones. No puedes comenzar una novela feel-good llena de positivismo y que después el lector acabe llorando (y no precisamente de felicidad). Eso sí que es un drama. Si eliges un género, debes mantenerlo hasta el final.

Una buena idea es comenzar por una escena que sirva como ambientación, especialmente si se trata de una novela alejada del género del realismo, como las historias fantásticas o de ciencia-ficción. En estos casos conviene definir el género pronto. A falta de información, el lector imaginará el mundo ficcional como el que ya conoce, conforme a las leyes de un universo realista.
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Trasmite el tono principal de la historia
Además del género, otra de las cosas que deben definirse en el primer capítulo es el tono de la historia. Puede que se trate de un drama, pero no es lo mismo que se cuente en un tono serio que humorístico. A diferencia del género, el tono no es invariable. Puede sufrir pequeñas variaciones. Es lógico si tenemos en cuenta que el personaje va a ir evolucionando a lo largo de la historia y que se enfrentará situaciones muy distintas, esto se reflejará en el tono de la voz narrativa sin duda.
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Muestra el estilo literario de tu historia
En el arranque de tu historia no solo quedará patente el tono con el que vas a contarla, la voz narrativa también mostrará el registro que utilizará ese narrador y, sobre todo, sacará a la luz tu estilo personal. Cada lector tiene sus propios gustos personales, a algunos les gustará tu estilo y a otros no, es normal. Los primeros párrafos mostrarán al lector tu escritura, ante qué tipo de escritor y de obra literaria se encuentra.
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Sitúa la historia en un tiempo y un espacio determinados
Como hemos dicho ya, en el primer capítulo de tu novela el lector deberá poder identificar el género al que pertenece. Por tanto, es lógico que en los primeros párrafos también quede reflejado el tiempo en que sucede y, al menos, el escenario en que se inicia la historia.
El aspecto temporal es muy importante, por ejemplo, en las historias de ciencia-ficción o futuristas. Los escenarios en los que trascurre la historia son fundamentales si estamos hablando de una novela fantástica o de ficción especulativa. Aquí la creación de mundos, de tu mundo propio ficcional creado para esa historia, es clave. Por eso también es frecuente empezar por alguna escena que sirva como ambientación de la novela, ya sea porque se trata de un mundo extraño, mágico, futuro, o simplemente un lugar exótico o de la antigüedad.
También es importante definir en qué momento se está contando la historia con respecto a los hechos que se narran. Es decir, si el narrador ya conoce el final de la historia, si hace mucho o poco tiempo que ha sucedido, etc. En el caso de un narrador en primera persona esto es muy importante, pues el protagonista podrá reflexionar sobre lo acontecido desde una perspectiva más objetiva si ya ha trascurrido cierto tiempo desde que ocurrió. Quizá, de todos los puntos señalados, este es el único que podríamos retrasar un poco.
Hasta aquí los consejos para empezar una novela. Como siempre os digo, esto no son normas: son pautas, consejos y recomendaciones. Son muchos los recursos que podemos utilizar para comenzar una historia o una novela y que despierten el intereés de nuestros lectores. No olvides, sin embargo, que como mejor se aprende a escribir es leyendo.
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Todo esos consejos me parecen espectaculares, pero aún siento como principiante que soy que deberían ser más simples para poder arrancar con nuestras pensamientos un enfoque mucho más específico pues lo difícil es el comienzo para empezar a plasmar nuestros pensamientos.
Hola, Marlen:
Tratamos de que nuestro blog llegue a todo tipo de público y nivel. Cada entrada va dirigida al aprendizaje de un aspecto literario específico. Seguro que encuentras alguna que te sea más fácil y se adapte más a lo que buscas. En cualquier caso este blog está enfocado a la escritura de historias, a la técnica literaria y a la enseñanza de la escritura creativa principalmente. Para plasmar pensamientos no necesitas nada de esto, solo tienes que dejarte llevar. Quizá el ejercicio de escritura de escritura terapéutica y el de la caja de las emociones te puedan servir.
Conviene también leer mucho para mejorar la redacción, te he corregido alguna falta. Y también necesitas mejorar la puntuación. Si quieres mejorar la escritura, una opcion es empezar con el curso de ortografía y, sobre todo, leer mucho.
Ánimo y gracias por pasarte por aquí.