
Escribir un buen relato es algo más que escribir un texto breve. Como en todo arte, la escritura tiene su técnica. Y aunque hay muchas cosas comunes para todos los géneros literarios, también hay particularidades. El relato y la novela son ambos géneros narrativos, pero su extensión condiciona algunas de sus características. Aquí algunos consejos e ideas sobre cómo escribir un buen relato.
Un buen relato es un instante
Un relato tiene intensidad cuando cuenta una historia que sucede en muy poco tiempo. Piensa en un relato como una fotografía, como una instantánea de un momento particular y único en la vida del protagonista.
Por supuesto que es importante conocer cuál es la vida del protagonista, qué es lo que le pasa y cómo es ese personaje. Sin embargo, en un cuento todo esto no tiene porqué contarse. Para escribir un buen relato necesitas intensidad. Está bien que escribimos teniendo esa información, pero no podemos desarrollar toda la vida del personaje en un relato solo importa el desarrollo de un acontecimiento, un acontecimiento que ilustra el tema subyacente en la historia, del que hablaremos más adelante.
Trasmitir emociones
A menudo algunos alumnos principiantes de escritura creativa piensan en el cuento como un texto breve y nada más. Por ello desarrollan anécdotas, curiosidades o escenas aisladas. Pero un buen relato es mucho más que eso. No es un chiste para hacerle reír, ni un truco para sorprenderle con algo inesperado, ni un montón de recursos para hacerle llorar. Un relato contiene una historia, en él debe algo importante que quieras transmitir al lector. No te olvides nunca de eso: qué le quieres contar al lector, qué quieres transmitir.
No se trata solo de narrar hechos que hayas visto o que te hayan sucedido. Se trata de trasmitir y de impactar. Un consejo: no le cuentes algo que ya sabe.
¿Qué va primero el tema o el argumento?
He leído en algunos blogs de escritura que uno tiene que escribir un cuento pensando en un tema. Esto no tienen por qué ser necesariamente así. No hay una única forma de comenzar un cuento ni una fórmula infalible sobre cómo escribir un buen relato. La inspiración puede saltar desde cualquier punto. Tal vez a veces surja a partir de un tema sí, algo sobre lo que nos gustaría hablar, pero también, por qué no, puede partir de un argumento base o incluso de una imagen, de una escena y de un personaje. Gabriel García Márquez decía: “Nunca podría escribir un libro a partir de una idea; parto siempre de una imagen, de un sentimiento y todo el libro desarrolla esa tesis. A partir de una idea se podrán escribir ensayos, tratados; no otras cosas”.
Lo importante en la primera etapa de escritura es que nos dejemos llevar. Luego ya vendrá la etapa de revisión. Sí es cierto que un buen relato solo puede desarrollar un único tema. Eso sí es un principio fundamental que siempre se debe cumplir. Un cuento, por su brevedad, no da margen para tratar dos temas diferentes. Si hay dos, se molestan. Así que no importante si no has comenzado a escribir partiendo de un tema, a veces el tema aparece después, lo descubrimos al terminar al texto. Lo que sí debes hacer después es comprobar que todo el texto gire en torno a él.
¿Personajes? Tres son multitud
Como ya he dicho, la brevedad del cuento implica ciertas consideraciones que no posee la novela. Esta brevedad, por ejemplo, se suele ver reflejada en la cantidad de personajes que puede abarcar. La mayor parte de los cuentos tienen un único protagonista, a lo sumo dos. Y, si bien no es una norma escrita ni una regla a seguir, tampoco es habitual que haya más de tres personajes. En todo caso, si tu cuento tiene más, pregúntate si todos son necesarios. A veces uno de ellos se puede eliminar, y las acciones o funciones de ese personaje las puede realizar otro de ellos.
Escribir una historia diferente es la clave
La frase “No tienes que sr mejor, solo tienes que ser diferente” que se utiliza a menudo en el marketing también puede aplicarse a la escritura. Desde la época clásica a la actualidad, se han escrito millones de historias. Todos los temas y gran parte de los argumentos que imaginas seguramente ya se han contado alguna vez.
Lo bueno, si breve…
Otra de las características del cuento que va ligada a su brevedad, es que un relato debe ser intenso. No se trata únicamente de que ocupe pocas páginas, se trata de que provoque un efecto en el lector, y eso se consigue sobre todo si el relato tiene intensidad. En un relato nada falta, pero tampoco nada sobra. Hay que pulir la escritura hasta quedarnos con lo esencial. La intensidad es lo que la da un ritmo diferente al relato y al cuento, frente al ritmo de la novela.
Sobre esto, tal vez te ayude la experiencia de Stephen King que cuenta en Mientras escribo:
De adolescente, cuando enviaba cuentos a revistas como Fantasy and Science Fiction y Ellery Queen’s Mystery Magazine, me acostumbré a la típica nota de devolución que empieza por «Querido colaborador» (podrían ahorrárselo). Me acostumbré tanto que acabé agradeciendo cualquier frase un poco personal. Eran tan escasas como espaciadas, pero recibirlas siempre me alegraba el día y me hacía sonreír.
En primavera de mi último curso en el instituto de Lisbon (o sea, en 1966) recibí un comentario manuscrito que cambió para siempre mi manera de enfocar las revisiones. Debajo de la firma del director, reproducida a máquina, figuraba a mano lo siguiente: «No es malo, pero está hinchado. Revisa la extensión. Fórmula: 2da versión = 1ra versión – 10%. Suerte».
La visibilidad es imprescindible
La mejor manera de enganchar a un lector en tu historia, ya vimos que era lograr una buena visibilidad literaria. Cuanto más vea y con más claridad moverse a los personajes en los distintos escenario, mayor será su capacidad de meterse en tu relato y sentir cómo se sienten los personajes. Eso será un punto a favor en tu relato.
Utiliza recursos literarios
Escribir también es un oficio y tiene sus técnicas, y su propio vocabulario. Los recursos narrativos, las metáforas, el extrañamiento, la caja china, símbolos… Aprender recursos nunca está de más. Lo que no significa que tengas que abusar de ellos, y usarlos todos y en todo momento. Utilízalos con moderación, siempre pueden jugar a tu favor.
Después de escribir, reescribir
Por último, no olvides que la idea y la escritura son solo partes del proceso creativo. Un buen relato necesita una revisión. Ser escritor es escribir y también reescribir. Dejar reposar el texto y luego volver a retomarlo después de un tiempo hace ver las cosas con otra perspectiva que puede ayudarte a mejorar el cuento.
Si te gustó esta entrada te aconsejo leer también “Cómo escribir cuentos, consejos de Flannery o’Connor”.
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