A la hora de diseñar tramas literarias, ¿es posible hoy en día ser original? Hay que quien dice que “todo está escrito” y puede que haya parte de razón en esto, del mismo modo que decimos que todos los temas ya han sido tratados en la literatura, y de lo que se trata es de adaptarlos a la realidad de hoy en día y a nuestro estilo: escribirlos desde nuestro punto de vista.
En su libro Las siete tramas básicas de la ficción (The Seven Basic Plots), Christopher Booker ha establecido siete tramas literarias básicas a partir de las cuales puede estructurarse cualquier historia. En realidad, el título del libro menciona siete, pero en él habla de nueve tramas. ¿Es posible reducir las historias a únicamente nueve esquemas argumentales? Vamos a ver primero cuáles son estas nueve, siete más dos, tramas literarias establecidas por Booker, y luego lo comentamos.
Tramas literarias básicas según Christopher Booker:
1-Vencer a un monstruo
En esta trama literaria el héroe, el protagonista de la historia, debe vencer a un monstruo o fuerza monstruosa. Aunque podemos entender la idea de “monstruo” no solo de una forma literal. También puede tratarse de vencer o superar una gran amenaza para él y, sobre todo, para la supervivencia de la humanidad. El monstruo puede ser real (humano, animal, demonio, bruja) o incluso un monstruo simbólico o ideológico. De hecho, Booker considera una variante de esta trama muchas de las historia de guerra. Especialmente las ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, así como la mayoría de los thrillers.
De hecho, el monstruo es, de alguna forma, una representación del egoísmo. Porque el monstruo, aunque pueda disfrazarse de bondad, es siempre retorcido y egocéntrico, en contraposición al héroe que suele actuar desinteresadamente o movido por una causa superior. Lo que caracteriza de verdad al monstruo no es su apariencia, sino su maldad. Un maltratador, físico o psicológico, un egoísta o una persona tóxica, encajaría perfectamente en este tipo de rol, como el tío Ralph, de La vida y las aventuras de Nicholas Nickleby, la novela de Charles Dickens.
Como ejemplos de esta trama podemos citar Drácula de Bram Stoker o Erik de El fantasma de la ópera como monstruos reales; y 12 años de esclavitud, (novela de Solomon Northup) o El arca de Schindler (novela de Thomas Keneally en la que se basó la célebre película La lista de Schindler), como “monstruos ideológicos” representando la esclavitud y el nazismo respectivamente.
¿Qué necesita esta trama literaria para que funcione? Evidentemente, un monstruo fuerte y que esté dispuesto a la batalla. Porque sí, tiene que haber una batalla, ya sea desarrollada a lo largo de todo el nudo de la historia, o en el clímax, cerca ya del desenlace. En la mayoría de los casos esa batalla se produce en la guarida del monstruo, a la que el héroe deberá llegar para destruirlo. Una vez logrado el propósito, es frecuente que la victoria vaya acompañada de una recompensa, ya sea material o inmaterial.
Con respecto a la fuerza del monstruo teórico o real, no se trata solo de dotarlo de afiladas garras, que eche fuego por la boca como los dragones, ni de aumentar su tamaño, sino que debe tratarse de una verdadera amenaza, como la intolerancia racial en el caso de 12 años de esclavitud. En El gigante enterrado, novela de Kazuo Ishiguro que te recomiendo, un guerrero sajón llamado Wistan quiere derrotar a un dragón que habita en las montañas. El peligro no es su fiereza, sino que parece ser el causante de la niebla que hace que los habitantes de la región pierdan la memoria.
Según Booker, el mostruo puede adoptar tres roles distintos:
- Un papel activo, en el que el monstruo es un depredador amenazante (arquetipo Predator). Quiere engañar a la gente con sus poderes. Puede tener una guarida, pero normalmente sale a cazar. Sale a buscar víctimas a las que devorar.
- El segundo papel, sería un rol más bien pasivo (arquetipo Holdfast). El monstruo suele estar en la guarida, a veces protegiendo un tesoro o a la víctima que ha capturado (antiguamente a la Princesa). Es un monstruo guardián, no sale a cazar, pero amenaza con la destrucción a quienes se le acerquen. Representa con frecuencia al villano egoísta y codicioso que atemoriza al mundo. Odia al héroe por encima de todo.
- Por último, el monstruo puede tener un papel vengativo y desafiante (arquetipo Avenger). Ataca con saña y es mucho más fiero que en su papel activo pues le mueve el deseo de venganza.
En una misma historia, el monstruo puede adoptar uno o todos estos roles en distintos momentos.
Tanto la literatura como el cine han dedicado mucha atención a este tipo de tramas literarias. Se han creado muchos monstruos (brujas, vampiros, dragones; Pennywise, el payaso de It; Grendel el monstruo de Beowulf). A la hora de caracterizar el tuyo, trata de ser original. Buscar una manera singular para acabar con él, también te dará muchos puntos. Las espadas y las dagas en el corazón están un poco vistas.
Cuando pienses en un monstruo, no tienes por qué entenderlo en un sentido literal. No siempre el enemigo más difícil de derrotar es el más grande ni el más feo a quién más debes temer. Lo que caracteriza de verdad a un monstruo no es su apariencia, sino su maldad.
2-De trapos a riquezas
En esta trama literaria el protagonista es una persona normal, o incluso un ser oprimido, pero que tiene el potencial de la grandeza y logra cumplir ese potencial.
Un ejemplo claro de esta trama sería el cuento “La Cenicienta” que todos conocemos. Como novelas que seguirían este tipo de trama podríamos citar desde Aladino hasta Jane Eyre de Charlotte Brontë, David Copperfield de Charles Dickens o Memorias de una geisha de Arthur Golden.
Lo importante en este tipo de tramas es empoderar al protagonista, empoderarlo por fuera, pero sobre todo por dentro. Se debe producir un “ascenso” de categoría por parte del héroe o heroína. No se trata solo de una mejora económica, también es posible que mejore en aspectos como el amor, la familia, la reputación, el cargo, etc.
Esta trama literaria puede tener algunas variantes. En la variante de “Fracaso”, el héroe no consigue el éxito finalmente. Y en la de “Victoria Hueca”, lo consigue externamente, pero no internamente, o bien se trata de una victoria egocéntrica.
3-La búsqueda (o recompensa)
En la trama literaria de búsqueda el protagonista se embarca en un viaje para obtener un gran premio o recompensa que se encuentra lejos. El viaje estará lleno de peligros, y finalmente le llevará a un lugar extraño o exótico. En ocasiones ese mundo desconocido que en un principio puede resultar encantador, se volverá amenazante y el héroe deberá escapar y regresar a casa.
Esta trama se corresponde con la de muchas novelas de aventuras, como La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, o la célebre Moby Dick, de Herman Melville o también El viejo y el mar, de Hemingway.
La trilogía El señor de los anillos seguiría claramente esta estructura, pero en sentido inverso. En este caso, el protagonista Frodo Bolsón tiene como misión destruir el Anillo Único (perder el objeto valioso en lugar de ganarlo) arrojándolo a la lava del Monte del destino en la tierra de Mordor. Aunque, como ocurre con muchas historias que no siguen estrictamente una estructura, podría decirse que también tiene elementos de la trama “vencer al monstruo”.
4-Viaje y regreso
En la trama de búsqueda el protagonista se embarca en un viaje con una finalidad concreta y, una vez terminada la misión, normalmente de forma satisfactoria y victoriosa, aunque no siempre, regresa de nuevo a casa donde le espera la seguridad. El regreso puede resultar positivo, regresa como personaje evolucionado, ha cambiado para bien. Otras veces el regreso es solo una huida, el personaje no ha aprendido nada.
Para que esta trama funcione los peligros tienen que ir en aumento. O en su defecto, las maravillas, que vaya encontrándose: mundos más exóticos, más misteriosos, más amenazante, más peligrosos. La tensión siempre debe ir de menos a más. Recuerda no ponérselo fácil al protagonista, su vida deberá estar en riesgo: no estará de más añadir algún revés.
Sería la trama de novelas como Robinson Crusoe de Daniel Defoe, Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift o La máquina del tiempo de H.G. Wells.
5-Comedia
Definir esta trama literaria es algo más difícil. Booker la define en términos de tres etapas:
1ª-La historia tiene lugar en una comunidad donde las relaciones entre las personas (y, por implicación, el verdadero amor y comprensión) están bajo la sombra de la confusión, la incertidumbre y la frustración. A veces esto es causado por una persona opresiva o egocéntrica, a veces por el héroe que actúa de esa manera, o a veces por culpa de nadie.
2ª-La confusión empeora hasta que llega a una crisis.
3ª-La verdad sale a la luz, las percepciones cambian y las relaciones se curan con amor y comprensión (y con frecuencia el matrimonio para el héroe o heroína).
La mayoría de las novelas románticas siguen este esquema. El diario de Briget Jones de Helen Fielding o Mucho ruido y pocas nueces de William Shakespeare serían ejemplos de este tipo de tramas literarias.
6-Tragedia
La tragedia, junto con la comedia, generalmente se define por su final, lo que hace que estos dos sean diferentes de las otras tramas literarias. En términos dramáticos, una tragedia es una historia en la que el objetivo de la historia no se logra (el resultado es el fracaso) y el héroe no resuelve su conflicto interno felizmente.
Casi todas las tragedias clásicas siguen este esquema como Anna Karenina de Leo Tolstoi, también Otelo y Romeo y Julieta de Shakespeare, Doctor Fausto de Christopher Marlowe o Lolita de Vladimir Nabokov.
7-Renacimiento
Las historias de renacimiento muestran a un héroe (a menudo una heroína) que está atrapado en una muerte en vida por un poder oscuro o villano hasta que es liberado por el acto amoroso de otro personaje.
En esta trama literaria el héroe no resuelve su propio problema, sino que debe ser rescatado por otra persona y, por lo tanto, puede evitar resolver su conflicto interno. Es por eso que muchas mujeres odian los cuentos de hadas: porque las heroínas son muy pasivas. La versión de Disney de La bella y la bestia resuelve el problema al hacer de Belle el personaje principal (ella rescata a Bestia).
Una novela que sigue esta trama es Cuento de navidad (A Christmas Carol) de Charles Dickens, en este caso los fantasmas de las Navidades lograrán la transformación interna de Scrooge.
Hasta aquí las siete tramas básicas, pero en su libro, Booker habla de dos tramas literarias más.
8-Rebelión contra el poder
En esta trama literaria el héroe se rebela contra la entidad todopoderosa que controla el mundo hasta que se ve obligado a rendirse a ese poder. En el planteamiento, sucederá un desencadenante en la vida del protagonista que le hará rebelarse contra la autoridad existente. El antagonista de estas historias simboliza el totalitarismo y el poder, el control del hombre ya sea por medio de un gobierno dictatorial, una secta religiosa o la inteligencia artificial.
Para Booker el origen de esta trama sería El libro de Job del Antiguo Testamento. Como historia más reciente, la novela 1984 de George Orwell se ajustaría a esta propuesta.
Una variante de esta trama sería cuando el héroe no está dispuesto a someterse, como ocurre en la trilogía Los juegos del hambre de Suzanne Collins o la película Matrix.
9-Misterio
Como podemos deducir, en esta trama literaria sucede un acontecimiento extraño o dramático y el héroe o protagonista (que hace la función de detective, aunque no tiene por qué ser un profesional) intenta descubrir la verdad de lo que sucedió.
Todas las novelas policiales clásicas seguirían este esquema, desde Conan Doyle pasando por Agatha Christie, P.D: James, George Simenon o Henning Mankell.
La trama de misterio se estructura en torno a una investigación que lleva a cabo la figura del detective (que no tiene por qué ser un policía). En ella se despierta la curiosidad del lector, que no debe descubrir la verdad hasta el desenlace de la novela.
Un esquema narrativo para cada una de las tramas
Una vez conocemos estas nueve tramas literarias de la literatura, ¿podemos afirmar que todas las historias se englobarían dentro de alguna de ellas? Bueno, si las entendemos como tramas básicas yo creo que sí. Teniendo en cuenta que, como ocurre con los géneros literarios, una trama puede mezclarse con otras y que una novela está compuesta habitualmente de varias tramas (principales y secundarias), yo creo que podríamos tener una especie de manual combinatorio que nos puede servir como esquema, muy general, eso sí, pero que nos puede ayudar a darle coherencia a nuestras historias.
Está claro que una novela no se corresponde únicamente con una sola de estas tramas literarias, así lo reconoce el propio Booker, sino que es algo mucho más complejo. Pero estas tramas son bastante útiles como esquemas de partida. El señor de los anillos, por ejemplo, tiene elementos de la trama uno, de la tres y la de cuatro. Si a la trama de monstruo le unimos la de renacimiento tenemos la base de La Bella y la Bestia. Algunos protagonistas de novela, además, desarrollan sus propias tramas literarias que se corresponden con frecuencia con la trama básica de tragedia.
Al final, como en todo, esto no debe entenderse como una limitación, como una forma de encasillar las historias, sino como un intento de clasificación, de ponerle orden y estructura. En cierta medida, guarda algunas similitudes con los personajes arquetípicos o los argumentos de la novela establecidos por Carmen Font y que vimos en otra entrada del blog.
Y tú, qué opinas. ¿Se ajusta tu novela a alguna de estas tramas? Cuéntanoslo en el apartado de comentarios.
Bibliografía:
Comprar The Seven Basic Plots.
Novelas citadas:
El diario de Briget Jones de Helen Fielding (comedia romántica)
Drácula de Bram Stoker (terror)
El arca de Schindler de Thomas Keneally (novela histórica)
Jane Eyre de Charlotte Brontë (novela romántica)
David Copperfield de Charles Dickens (drama de inspiración autobiográfica)
Memorias de una geisha de Arthur Golden (drama de ficción histórica)
Los juegos del hambre de Suzanne Collins (aventura ciencia-ficción juvenil)
¡Interesantísimo! Me ha encantado tu manera de explicarlo. Yo escribo relatos y microrrelatos (consentidodeletras .blogspot). ¿Puede aplicarse también estas tramas básicas?
Bueno, a los relatos yo diría que sí. Los microrrelatos como sabrás no siempre tienen una trama clara, juegan con muchos recursos.
Gracias por pasarte por aquí.
Interesantes los planteamientos, a lo mejor todo esta escrito, pero bajo diferente punto de vista y cada historia tiene algo nuevo. Sí, una novela puede tener diferentes tramas que se encajan dentro de las planteadas.
Saludos