
Para los amantes de Kafka, y para los que no lo han descubierto todavía, nuestra recomendación no es únicamente para la lectura de toda su obra, sino también curiosear en su biografía a través de los tres ensayos de Reiner Stach publicados por la editorial Acantilado. Reflexiones, cartas, todos los detalles de su vida se recogen en tres libros, aunque reunidos en dos tomos, que Stach tardó dieciocho años en recopilar. La reseña nos la hace llegar Pedro Bosqued, escritor y profesor de escritura creativa en la Escuela de escritores de Zaragoza. Tal vez te interese también leer nuestra entrada sobre lo kafkiano.
Sin falta, Kafka
Kafka. Reiner Stach. Traducción de Carlos Fortea. Editorial Acantilado. Barcelona, 2016. 2.368 páginas.
La mayoría de la gente que lee reseñas de libros en los suplementos culturales de los periódicos de papel es mayor de edad. Han pasado ya seguro dieciocho años de su vida. Como los que ha pasado Reiner Stach trabajando en estas dos mil páginas largas. Bien largas y frondosas. Largas porque son tres libros en uno, dividido en dos tomos por Acantilado. Y como no cuesta mucho suponer, ímprobo el esfuerzo de Carlos Fortea en volcar del alemán al castellano, digámoslo ya, la mejor biografía sobre Frank Kafka. Y frondosas, porque entre tanta información, ni siquiera se deja al azar el motivo por el que su nombre fue Frank.
He ahí uno de los capilares por los que discurre el libro-árbol editado ahora. Con sus tres ramas floridas. Los primeros años, Los años de las decisiones y Losaños del conocimiento. Si hace unos años, Siglo XXI editó Los años de las decisiones; ahora Acantilado se ha atrevido con las tres partes, empaquetadas en dos tomos para tener solo en una toma hecha cofre, los dieciocho años de trabajo de Reiner Stach. La biografía de Kafka que bien podría denominarse, la historia de final del siglo XIX en Centroeuropa y principios del XX contado bajo la luz del prisma del ambiente de Kafka. Que no a través de él, en exclusiva. Porque la profusión de datos de cartas de gente que lo conoció arroja mucha luz al entramado vital, literario y afectivo del escritor de Praga. Con sus noventa y un capítulos antes del epílogo, introducidos todos por citas de otros grandes que le vienen al dedillo a la personalidad de Kafka. “Al arte hay que sacrificarlo todo salvo el arte mismo” del escritor austríaco Karl Kraus al expresionista alemán Herwarth Walden.
Se inicia la biografía con la recreación de la Praga de finales del XIX, cuando todavía Kafka no tenía uso de razón, para que el lector tenga una idea precisa de dónde venían las situaciones que se dieron en el inicio del XX. Desde las guerras prusianas que conformaron la Europa a la que llegó Kafka hasta el balcón del precipicio por el que caería la mayoría de su gente con el holocausto. El biógrafo Reiner Stach logra mediante la profusión exhaustiva de cartas, mostrar el pensamiento directo de los coetáneos de Kafka y las reflexiones decididas del escritor. Como muestra, el botón en forma de carta que le envía en su última época vital, abril de 1922, al médico húngaro Robert Klopstock: “[…] miedo a una unión en el presente –ni siquiera hablo del futuro- inseparable, explícita, declarada (acepto los acuerdos tácitos), dotada de todos los sacramentos de la indisolubilidad, plantada grandiosamente ante el cielo. Me es imposible, tanto con hombres como con mujeres. Qué tiene que ver un peregrino, un mendigo, con cosas tan grandes. Cada minuto plantea ocasiones ineludibles, de las que obtener muchísimo goce, para la más desvergonzada grandilocuencia, para qué buscar más. Y además, quizá no se trate de una renuncia tan grande como parece a veces; si se siente algo así como un camino en común, esa unión es suficiente, el resto se lo dejo a las estrellas”. Lo que no ha hecho el alemán Reiner Stach: “La sola empatía del biógrafo no constituye garantía alguna; solamente conduce al objetivo, si es que lo hace, si está saturada de conocimiento histórico”.
Por eso uno de los mayores retos salvados en este libro-árbol, es contar los primeros veinte años del escritor checo sin tener cartas que documenten. Stach, buceando en archivos, periódicos, misivas de gente que luego serían parte de la vida de Kafka, ofrece con habilidad inimaginable, la pata que faltaba del banco que fue la vida incipiente de Frank. Luego vendrá el eterno ir sin venir de la relación con Felice Bauer lleno de cartas, frases y menos hechos. La eterna duda ante la vida que acabó dejándole claro lo que anotó en sus diarios: “Yo soy la literatura”. Por si no hubiera suficiente acierto y conocimiento, Stach explica la sombra en forma de familia y trabajo que supone para Kafka el no escribir. Las relaciones afectivas deformadas, las familiares nunca claras y el trabajo por el que fue más valorado que aprecio tuvo Kafka por los que lo contrataban. A lo que de verdad no renunció nunca, fue a sus madrugadas de luz tenue, cuaderno y escritura de un tirón hecho noche que formaron su obra. También nadó, como no solo la cita dijo, hizo gimnasia, intentó curar lo imposible en balnearios varios, pero ni el deseo por vivir en Berlín, cambió nada de su conciencia. Escribir de noche era lo que le valía por tres mil vidas que hubiera tenido. Aunque mandase destruir sus cuadernos una vez creados. Reiner Stach, nunca suficientemente valorado/nombrado, nos muestra al Kafka que encontró en la literatura un motivo para vivir, modificar vidas ajenas hasta la extenuación y salir maltrecho de salud y paz.
Como si el propio Kafka fuese un personaje del libro de Stach. Y seguro que el lector de esta biografía encontrará esquinas que no había visto/leído. Pero sobre todo, hallará una manera más luminosa de conocer el mundo escondido de K, el lugar del que nace el insecto de La transformación (otrora La metamorfosis), o de como el jergón de su cuarto, siempre en mitad de la casa familiar en Praga, se convirtió en uno de los nidos de la literatura del siglo XX. Luego cuando él vuela del nido, y también desaparece, vuelve el trabajo de Stach a documentar el demoledor final de todos los suyos por su condición de judíos alemanes. Kafka no cayó en el holocausto, es hoy más literatura tras el trabajo de Reiner Stach que ha escrito la más concienzuda biografía que nunca se vio. Al alcance de todos.
Así es, excelente resumen sobre libro señor Stach hace volar también la imaginación con el misterio de Kafka. Me gusta. Gracias.