Dependiendo de si el comienzo de la narración coincide o no con el comienzo de la acción de un relato o novela, pueden darse tres tipos de comienzo: el comienzo llamado “ab initio”, el comienzo “in media res” y el comienzo “in extrema res”.
Comienzo ab initio
Un comienzo ab initio se da cuando el comienzo de la acción coincide con el comienzo del relato o novela, es decir coincide con el comienzo de la narración, aunque posteriormente la trama no tiene por qué mantener el orden lineal. Se trata en este caso de comenzar por el principio, por el acontecimiento que sucedió antes en la historia, es más antiguo.
Ejemplo de comienzo ab initio
Este comienzo es frecuente sobre todo en aquellas novelas en las que se mantiene el orden cronólogico a la hora de contar los hechos de la historia, si bien, como es lógico, puede incluirse algún recuerdo o retrospección. Es por eso el comienzo más frecuente en las novelas escritas en tiempo presente como, por ejemplo, en la novela best seller Los juegos del hambre de Suzanne Collins:
Cuando me despierto, el otro lado de la cama está frío. Estiro los dedos buscando el calor de Prim, pero no encuentro más que la basta funda de lona del colchón. Seguro que ha tenido pesadillas y se ha metido en la cama de nuestra madre; claro que sí, porque es el día de la cosecha.
Me apoyo en un codo y me levanto un poco; en el dormitorio entra algo de luz, así que puedo verlas. Mi hermana pequeña, Prim, acurrucada a su lado, protegida por el cuerpo de mi madre, las dos con las mejillas pegadas. Mi madre parece más joven cuando duerme; agotada, aunque no tan machacada. La cara de Prim es tan fresca como una gota de agua, tan encantadora como la prímula que le da nombre. Mi madre también fue muy guapa hace tiempo, o eso me han dicho.
Comienzo in media res
En el comienzo in media res, el comienzo de la narración se produce en mitad de la acción. A partir de ahí, el lector va conociendo la historia por medio de saltos temporales. El escritor, para construir la trama, utiliza recursos como la anticipación o analepsis, la retrospección o prolepsis y el racconto. Es el caso más habitual de las narraciones de estructura narrativa no lineal, de gran parte de las novelas y de la mayoría de los relatos, ya que en un relato es habitual comenzar la historia por el nudo, por el conflicto narrativo. O al menos el inicio del conflicto. En ese caso será necesario conocer después los antecedentes de la historia.
Ejemplo de comienzo in media res
Este comienzo es el caso de la novela Brooklyn Follies de Paul Auster. La novela se inicia en el comienzo del nudo, en el primer punto de giro de la historia, cuando el protagonista, Nathan Glass se ha divorciado y se acaba de recuperar de un cáncer de pulmón. El comienzo de la narración es cuando Nathan está buscando un piso para alquilar en Brooklyn.
Estaba buscando un sitio tranquilo para morir. Alguien me recomendó Brooklyn, de manera que al día siguiente salí de Westchester y fui para allá a reconocer el terreno. No había vuelto en cincuenta y seis años, y no me acordaba de nada. Mis padres se habían ido de la ciudad cuando yo tenía tres años, pero el instinto me llevó al barrio donde habíamos vivido, arrastrándome como un perro herido al lugar donde nací. Un empleado de una agencia inmobiliaria de la zona me enseñó media docena de pisos en edificios de piedra rojiza, y a última hora de la tarde había alquilado un apartamento de dos habitaciones con jardín en la calle Uno, sólo a media manzana de Prospect Park. No tenía idea de quiénes eran mis vecinos, y no me importaba. Todos trabajaban de nueve a cinco, ninguno tenía hijos, así que en el edificio siempre habría un relativo silencio. Más que nada, eso era lo que buscaba. Un fin silencioso para mi triste y ridícula vida.
Ya se había firmado un contrato de compraventa para la casa de Bronxville, y una vez que se formalizaran las escrituras a finales de mes no habría problemas de dinero. Mi ex mujer y yo pensábamos repartimos lo que sacáramos de la venta, y con cuatrocientos mil dólares en el banco tendría más que suficiente para mantenerme hasta que exhalara el último aliento.
Al principio, no sabía cómo ocupar el tiempo. Me había pasado treinta y un años yendo y viniendo entre los barrios residenciales y Manhattan, donde estaba la oficina de la compañía de seguros de vida y accidente Mid-Atlantic, pero ahora que ya no trabajaba, al día le sobraban horas.
Comienzo in extrema res
En cuanto al comienzo de la narración in extrema res algunos teóricos consideran este tipo de comienzo como una variante del comienzo “in media res”. Consiste en presentar un desenlace anticipado de los hechos y posteriormente revelar las causas que los motivaron. Se trata de comenzar la historia por el final.
En el comienzo in extrema res, no se trata tampoco de desvelar toda la información y descubrir el desenlace, aunque es una opción. Pero normalmente será suficiente con relevar una parte de él. Se trata de lanzar la caña para picar la curiosidad del lector.
Ejemplo de comienzo in extrema res
Un ejemplo de esta técnica es la novela Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez y su célebre comienzo:
El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato.
Otro ejemplo lo puedes encontrar en El Túnel de Ernesto Sábato. En el inicio de esta última novela, el narrador, en primera persona, informa directamente al lector de que el personaje protagonista es un asesino. Al contrario de lo que ocurriría en una novela negra, el lector sabe de antemano quién mató a María Iribarne. Pero quiere saber cómo y, sobre todo, por qué.
Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona…
Magníficas entradas, os sigo con asiduidad y me sois de gran ayudar al escribir mis relatos. Gracias por vuestro altruismo, en una época en la que nadie hace nada gratis. Un abrazo y Feliz Navidad.
Muchas gracias por el comentario, Julia. Estamos de acuerdo en que vivimos en una sociedad bastante egoísta, tal vez, estos tiempos de crisis hagan cambiar aunque sea a unos pocos. Me he pasado por tu blog, y me ha parecido muy interesante. Me encantó el cuento de la niña y la luna. Escribes relatos muy visuales, tienes detalles y contienen acciones concretas, nada de irse por las ramas. Muy bien, como debe ser. Sigue así.
Muchas gracias por la información. Quiero, sin embargo, preguntarles si es posible ilustrar con ejemplos los casos: 1. En el comienzo “ab initio” y 2. En el comienzo “in media res”.
Mil gracias.
Hola, Guillermo. Bienvenido. Trato de aclarar tus dudas con ejemplos.
El comienzo “ab initio” lo puedes encontrar en aquellos casos en los que, en la ficción, en la historia, no se altera el orden cronológico de los acontecimientos. En otras palabras, el narrador cuenta los hechos en el mismo orden en que sucedieron. Un ejemplo es el relato de Ana María Matute El niño al que se le murió el amigo.
El comienzo “in media res” podemos decir que es cuando el narrador comienza a contar la historia situándose en un punto intermedio dentro del orden temporal de los acontecimientos. Digamos que nos empieza a contar la historia, no por el principio, sino en un punto situado en mitad de la historia, un punto que puede estar más o menos cerca, en el tiempo, del verdadero comienzo. Es una técnica muy utilizada en la literatura, pues permite al escritor escoger el momento más intenso de la historia (donde se sitúa el conflicto) y colocarlo al principio con la finalidad de enganchar al lector. Es por eso frecuente que, en los relatos o novelas cortas, se comience directamente la historia por un punto intermedio y se supriman los hechos sucedidos con anterioridad. Un ejemplo de comienzo “in media res” lo tienes en el comienzo de La metamorfosis de Kafka:
“Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”.
Pero Gregor Samsa no nació convertido en un insecto. ¿Qué le ha pasado para sufrir esa trasformación? Kafka comienza a contarnos la historia en el punto de mayor intensidad, la aparición del conflicto, cuando Samsa se ha convertido en un escarabajo y, a partir de ahí, el lector irá descubriendo cómo ha llegado Gregor a esa situación.
Estos tipos de inicio me parecen de lo más interesantes.
Pudiendo darse las siguientes combinaciones: ABC, ACB, BCA, BAC, CAB, CBA. Seis configuraciones distintas para plantear el desarrollo de una historia. Cada una confiriéndole un matiz e impacto distintos. Dan muchas ganas de ponerse a jugar y a experimentar con cada una. Me recuerda aquel proverbio que reza “realmente, no importa el destino, sino el camino recorrido”, pues como todos los caminos llevan a Roma (la totalidad del relato), la verdadera aventura está en escoger el camino a seguir.
Gracias por la información.
Pues tienes razón, José. Esas combinaciones son un buen punto de partida para experimentar a la hora de construir la trama de una historia. Ahora toca ponerse manos a la obra. Adelante.
Gracias por pasarte por aquí.
Hola, quisiera saber si es posible comenzar un relato de ficción in extrema res y que éste tenga flash back y flash forward. Es lo que me pidieron en el colegio y no sé como hacerlo ya que el flash back que he utilizado parece racconto. Agradecería su respuesta
Como poder, se puede. Empiezas narrando alguna escena del desenlace, pero no la última escena. Vuelves atrás en el tiempo, a una escena anterior. Eso sería una flash-back. Luego continuas desde la escena con la que comenzaste la historia, y avanzas hacia adelante con un salto temporal hacia una escena posterior, es decir haciendo un flash-forward. Esto sería un ejemplo, aunque no tiene por qué ser así exactamente. Puedes adelantar algo de información sin que sea una escena completa, y ya sería una anticipación.