Seguramente has realizado algunos talleres de escritura creativa en los que has aprendido muchos recursos para escribir relatos. Pero, cómo revisar un cuento ya terminado.
Si llevas un tiempo escribiendo relatos, y ya has realizado algún curso de escritura para aprender la técnica literaria, como nuestro taller de relato o el taller para escribir cuentos para niños, conviene que aprendas a enfrentarte a la fase de revisión.
Mucho antes que realizar la corrección ortográfica, gramatical y de estilo, es conveniente que nos planteemos otras cuestiones de índole estructural. Así pues la primera fase de la revisión a la que debemos someter nuestro relato terminado es la revisión estructural.
Los primeros elementos que debemos tener en cuenta a la hora de realizar la revisión estructural de un cuento, se corresponden con los cinco primeros temas de nuestro taller de relatos, y que forman parte del curso de nivel de iniciación. Sin ellos, el relato no es un relato ni un cuento. Es un texto, que puede estar bien escrito, tener buena redacción, buen estilo, descripciones interesantes o un argumento original, pero no será “un cuento” si no contiene una historia propiamente dicha.
Estos son los cinco elementos más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de revisar nuestros cuentos:
Cómo revisar un cuento:
1-Estructura narrativa
2-Narrador
3-Tema
4-Argumento y trama, y
5-Personajes
1-Revisión de la estructura narrativa: que el relato se mantenga en pie.
En cuanto a la estructura narrativa deberán estar bien definidos el planteamiento, el nudo y el desenlace del cuento. La estructura narrativa es lo que hace que nuestra historia se mantenga en pie.
Un papel importante es también el de los puntos de giro, conviene que podamos identificarlos con claridad. ¿Qué decisiones toma el personajes? No dejes que tu historia se resuelva por azar. El protagonista debe ser dueño de su propio destino. Las decisiones que ha emprendido provocarán su cambio interior.
2-Revisar la voz narrativa del cuento: una voz interesante que atrape al lector.
En cuanto al narrador, deberemos preguntarnos si esa es la voz narrativa más adecuada para nuestro relato. No solo en lo que respecta a la forma personal (primera persona, tercera…), también el punto de vista y el tono del narrador deberán ser coherentes con la historia que estamos contando. Mención aparte sería establecer tanto la distancia emocional como la distancia temporal del narrador que cuenta la historia. ¿Se siente afectado el narrador por lo que está contando?
La voz narrativa es muy importantes porque es a través de ella como llega la historia al lector. Si esa voz es atractiva, si es creíble, si es interesante, tenemos ya mucho ganado. El lector va a querer seguir leyendo. Al menos, en los primero capítulos, debe ser capaz de captar su atención. Es cierto que con eso no será suficiente, dependerá después si le atrae o no nuestro relato. Pero si de entrada la voz no resulta verosímil o es demasiado artificiosa y poco natural, es muy probable que el lector decida abandonar la lectura. Seguramente muchas veces habremos escuchado contar un chiste a alguien que no tiene gracia, ¿verdad? Por muy bueno que sea el chiste, no nos hará reir. Por el contrario, hay chistes más bien malos que contados por alguien que sabe contar chistes provoca nuestras risas. Pues se trata un poco de eso, de aprender a contar ficción.
No nos olvidemos tampoco del tiempo verbal de la historia, y el momento en que el narrador cuenta los hechos. Si estos ya han sucedido o no. Y si protagonista y/o narrador conocen el final de la historia.
3-El tema: lo que no se dice, pero está ahí
Con respecto al tema, a menudo el gran olvidado, es fundamental recordar que un relato solo puede desarrollar un único tema. La intensidad que pide el cuento, lo exige. Por ello, identificar y definir bien cuál es el tema de nuestro relato, es la mejor manera de encarar la revisión, sobre todo a la hora de decidir lo que sobra y lo que falta. Aquello que no aporte nada al tema ni sirva para caracterizar un personaje o una situación, normalmente puede eliminarse. Sobre todo si, no solo no aporta nada al tema, sino que parece que introduce otro nuevo.
4-Un argumento original y atractivo dentro de una trama lógica e interesante.
Respecto al argumento y la trama, normalmente, cuando hemos terminado de escribir la historia, parece que tenemos ya claro todos los aspectos argumentales. Sin embargo, a veces se da por supuesto que la manera y el momento de proporcionar la información al lector es la adecuada. Además de que puede ser interesante plantearse distintas formas de organizar (tramar) la historia, también hay que pararse a pensar qué información se da en cada momento al lector. En ocasiones, desvelamos un dato demasiado pronto, con lo que el interés de los lectores cae en picado y el desenlace resulta previsible. En otras, por el contrario, se cuenta todo al final, lo que da como resultado un final de tipo deus ex machina. También puede ocurrir que demos muy poca información y el lector vaya perdido durante toda la historia.
Lo mejor en estos casos, además de buscar a algún lector beta para que nos diga si todo se entiende bien, es dejar reposar el texto un tiempo y volver a leerlo. Solo así nos daremos cuenta de errores de organización, quizá evidentes, que quizá hemos pasado por alto porque en nuestra cabeza tenemos toda la información y todo nos encaja.
5-Cómo revisar un cuento: protagonistas que evolucionan
Por último, mención especial merece los protagonistas de nuestra historia. Sin un deseo fuerte e intenso, pocos personajes sobrevivirán. Un conflicto interesante, alejado de tópicos será el contrapunto perfecto que nos lleve a la trasformación del personaje. Pero, ¿de verdad está bien reflejado ese cambio en el protagonista? ¿No será demasiado débil el conflicto narrativo? ¿Queda claro el deseo u objetivo del personaje? Son preguntas que no podemos dejar de lado durante el proceso de revisión estructural.
Una vez hemos dado por terminada nuestra revisión estructural, la revisión del cuento no está finalizada, a continuación podemos proceder a realizar la revisión de estilo para lograr un cuento redondo.
Espero que estos consejos te hayan ayudado a entender cómo revisar un cuento desde el punto de vista estructural. En otra entrada del blog veremos cómo revisar un cuento desde el punto de vista estilístico.
Me parece acertado e interesante el apunte. Está claro y expresa correctamente la idea de que es un cuento. He recogido al respecto más de 100 versiones de definir qué es un cuento y al final me quedé con una que hice mía: “ES UN TEXTO QUE SE LEE DE UNA SENTADA”, sino es una novela corta.
Saludos para todos. Paulus7.