
Definición de crónica. Tipos de crónica.
Dedicamos esta entrada a hablar de la crónica como género literario. En ella, trataremos además de extraer las características generales de sus distintos subgéneros: crónica histórica, crónica periodística o crónica literaria. A continuación, explicaremos sus diferencias y conoceremos las particularidades de cada una de ellos, incluyendo también algunos ejemplos.
Tengo que confesar que esta es una de las entradas del blog que más me ha costado escribir. ¿Por qué, Begoña? ¿Tal difícil era o te has quedado sin café? No, estoy bien surtida de cafeína. El motivo ha sido algo que empieza a ser cada vez más habitual: he encontrado numerosas diferencias en la terminología y en la clasificación de los subgéneros. Lo que unos libros llaman crónica de opinión, otros la llaman literaria, y lo que para unos es una crónica para otros es una novela. ¿Qué hacemos entonces? Pues lo que siempre te digo. Da igual cómo lo llames, lo importante es que lo entiendas.
Ahora bien, tenemos cada vez más estudiantes que siguen el blog de la escuela. Lo que me alegra, por una parte, pero por otra siento mucha responsabilidad. He leído y releído todo lo referente a la crónica en libros de teoría literaria, blogs, artículos, tesis, prensa… y qué he podido concluir: que no se ponen de acuerdo. Así que no he tenido otra opción que adoptar mi propio criterio a partir de la información consultada. No obstante, si has llegado hasta este blog para hacer un ejercicio de clase, te aconsejo tener cuidado y adoptar los criterios de tu profesor. En caso de duda, en un trabajo o un examen, incluye un comentario indicando las dificultades que has tenido para encontrar una única definición, como me ha pasado a mí. Bueno, vamos al lío.
Origen y características
La palabra “crónica” proviene del griego cronos que significa tiempo, y hace referencia a una narración ligada a la secuencia temporal. Y es que la crónica es un género literario que destaca por la importancia que tiene en ella el paso del tiempo. Aunque se considera englobada dentro del género periodístico, existen distintos tipos de crónica, alguna más cercana a la literatura que al periodismo, como veremos.
Entre las características generales que encontramos en las crónicas podemos citar:
- Se basa en una noticia, o en un suceso histórico o de carácter público.
- En la narración casi siempre se mantiene en orden cronológico de los acontecimientos.
- Hay continuas referencias al espacio y el tiempo en que se sitúan los hechos.
- La historia se narra habitualmente desde cierta distancia temporal con respecto a los sucesos, lo que permite al narrador tomar distancia de los mismos.
- Con frecuencia el narrador es un testigo presencial, al menos en parte, de la historia.
- Se utiliza un lenguaje sencillo, directo y personal.
- Abundan las descripciones del espacio y del momento histórico en que se sitúan los hechos.
Clasificación y tipos de crónica: subgéneros
La numerosa bibliografía consultada ofrece clasificaciones muy distintas para la crónica y, en ocasiones, contradictorias. Es un género que con frecuencia se presenta en combinación con otros géneros como la autobiografía, el ensayo, la literatura de viajes o la novela. No obstante, he intentado establecer una clasificación lo más consensuada posible solo para que sirva de ayuda para su estudio, sin que pueda considerarse una clasificación teórica.
Podemos distinguir distintos tres tipos de crónica: la crónica histórica (o crónica informativa), la crónica periodística (también llamada de opinión) y la crónica literaria o crónica interpretativa. Cada una de ellas pueden considerarse un subgénero dentro de la crónica en el que se distinguen unas características comunes de las que hablaremos más adelante.
1-Crónica histórica o crónica informativa
Inicialmente la crónica surgió como una forma de transmitir conocimientos históricos a las futuras generaciones. Se dice que el historiador Heródoto podría considerarse padre de la crónica porque escribía con detalle sobre sus viajes por Europa y Asia. Cabe destacar el método de investigación que seguía historiador griego y el origen de sus fuentes: primero, su propia experiencia; segundo, utilizando las fuentes escritas; y tercero, las fuentes orales. Durante varios siglos éste género se relacionó mucho con viajeros que contaban historias sobre otras tierras o personajes históricos.
La crónica histórica se engloba dentro de la no ficción. Por ello lo habitual en este tipo de crónica es no entrar en exceso en valoraciones o juicios, sino mantener una postura neutral de los hechos y aportar diferentes puntos de vista.
Un ejemplo sería Estoria de España, un libro de carácter histórico escrito por iniciativa de Alfonso X el Sabio (que colaboraba activamente en su redacción). Su contenido alberga cronológicamente desde los orígenes bíblicos y legendarios de España hasta la inmediata historia de Castilla bajo Fernando III. Es frecuente encontrar crónicas más recientes que comprenden un periodo histórico muy concreto, como algunas crónicas de la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, ha caído en desuso frente a otro tipo de crónicas, y es más frecuente encontrarla en texto breves o recopilación de artículos.
Pero los límites entre los distintos tipos de crónica no siempre están claros. La crónica histórica se acerca en ocasiones también al ensayo y a la crónica periodística. Es el caso de Anatomía de un instante de Javier Cercas que narra el intento de golpe de estado en España el 23 de febrero de 1981. ¿Un ensayo en forma de crónica o una crónica en forma de ensayo?
Los límites entre los distintos tipos de crónica no siempre están claros. La crónica histórica se acerca en ocasiones también al ensayo y a la crónica periodística.

2-Crónica periodística o de opinión
Quizá lo que diferencia la crónica periodística o de opinión de la crónica histórica es que en la primera el cronista es testigo presencial de los acontecimientos vividos y, aunque mantenga la neutralidad en la descripción de los hechos, también pone su mirada personal. Su particular visión de los ocurrido.
De la crónica periodística además de las características comunes de la crónica, como el mantenimiento del orden cronológico, podemos señalar las siguientes características específicas:
- El autor es testigo presencial u oyente de fuentes fiables (documentales u orales) de los acontecimientos, escribiendo a partir de lo visto y oído. Con frecuencia inicia su narración en primera persona, pero a continuación realiza una descripción objetiva de los hechos.
- El narrador es objetivo en líneas generales, pero al mismo tiempo da una visión y opinión personal de los hechos. Puede interpretar ciertos aspectos de la noticia, aunque el objetivo primordial es informar.
- Se centra habitualmente en temas de actualidad que producen un impacto y especial interés en el lector. En ocasiones con intención de denuncia social.
- Requiere de una investigación y recogida de información previa mediante trabajo de campo (entrevistas o documentos), con posterior conexión y verificación de los datos (fechas, nombres, lugares, detalles).
- La estructura suele ser formal, y está marcada por el orden temporal, si bien el cronista puede variar el orden de narración de los sucesos si considera que ayuda a la comprensión de los hechos. Prioriza matizar minuciosamente los acontecimientos para sacar conclusiones.
- El estilo de la narración es la marca personal que diferencia al autor, que tiene libertad creativa de estilo, pudiendo utilizar un lenguaje figurado, aunque sea un género que se caracterice por usar un lenguaje claro y sencillo. Como explica María Angulo en “Crónica y mirada” (Libros de K.O.):
“Son muchas las estrategias narrativas para crear esas subjetividades, para lograr un yo narrador, un sujeto medianamente original, desde el que se enuncia el relato. La crónica toma de la literatura, más que del periodismo, ese afán por conseguir un estilo autorial reconocible. Una marca, un sello de autor”.
Un buen ejemplo de crónica periodística son las crónicas Asalto al palacio, que narra el asalto al Palacio Nacional de Nicaragua y Relato un náufrago, ambas de Gabriel García Márquez, una reconstrucción periodística a partir de lo que un náufrago de la marina de guerra de Colombia relató al escritor de Cien años de soledad:
El 22 de febrero se nos anunció que regresaríamos a Colombia. Teníamos ocho meses de estar en Mobile, Alabama, Estados Unidos, donde el A.R.C. «Caldas» fue sometido a reparaciones electrónicas y de sus armamentos. Mientras reparaban el buque, los miembros de la tripulación recibíamos una instrucción especial. En los días de franquicia hacíamos lo que hacen todos los marineros en tierra: íbamos al cine con la novia y nos reuníamos después en «Joe Palooka», una taberna del puerto, donde tomábamos whisky y armábamos tina bronca de vez en cuando.
Mi novia se llamaba Mary Address, la conocí dos meses después de estar en Mobile, por intermedio de la novia de otro marino.
Aunque tenía una gran facilidad para aprender el castellano, creo que Mary Address no supo nunca por qué mis amigos le decían «María Dirección». Cada vez que tenía franquicia la invítaba al cine, aunque ella prefería que la invitara a comer helados. Nos entendíamos en mi medio inglés y en su medio español, pero nos entendíamos siempre, en el cine o comiendo helados.
Solo una vez no fui al cine con Mary: la noche que vimos «El Motín del Caine». A un grupo de mis compañeros le habían dicho que era una buena película sobre la vida en un barreminas. Por eso fuimos a verla. Pero lo mejor de la película no era el barreminas sino la tempestad. Todos estuvimos de acuerdo en que lo indicado en un caso como el de esa tempestad era modificar el rumbo del buque, como lo hicieron los amotinados. Pero ni yo ni ninguno de mis compañeros había estado nunca en una tempestad como aquella, de manera que nada en la película nos impresionó tanto como la tempestad. Cuando regresamos a dormir, el marino Diego Velázquez, que estaba muy impresionado con la película, pensando que dentro de pocos días estaríamos en el mar, nos dijo: —¿Qué tal si nos sucediese una cosa como esa?
Como en todo tipo de géneros, siempre hay excepciones que se salen de la norma, y en determinados casos la crónica periodística puede presentar la historia y los hechos de forma escenificada en lugar de como un fiel relato de los hechos. Como es habitual, se produce también la mezcla de géneros. Un ejemplo quizá es Ventanas de Manhatan de Antonio Muñoz Molina, a medio camino entre la ficción y la no ficción, la crítica sitúa el texto entre la crónica periodística, la autobiografía, el libro de viajes y la novela.
En Manhattan la música está en todas partes: en los subterráneos, los parques, los bares, los teatros, las calles. A veces retumba violentamente en las cavidades interiores del cuerpo, como sucede en el club Iridium cuando canta Dee Dee Bridgewater, y otras roza al individuo como una brisa o una caricia, como ocurre con las canciones de Paula West en el hotel Algonquin.
No siempre el cronista centra su atención en los hechos, en el relato de acontecimientos o en los lugares, sino que en ocasiones se centra en los personajes, ya se trate de personajes históricos o anónimos. Ocurre, por ejemplo, en el libro Cortázar por Buenos Aires, Buenos Aires por Cortázar de Diego Tomasi, crónica de la relación entre el escritor argentino y la ciudad de Buenos Aires; o el artículo, Fran Sinatra está resfriado de Gay Talese.
Dentro de la crónica periodística pueden distinguirse distintos tipos dependiendo del tema que trate: crónica deportiva, crónica negra o de sucesos, crónica política, de viaje, etc. Son abundantes las crónicas periodísticas escritas por corresponsales de guerra. Por citar algún ejemplo, los dos libros de Augusto Assía: Cuando yunque, yunque; y Cuando martillo, martillo. Este subgénero suele encontrarse también en forma de artículo, crónicas breves y en libros recopilatorios de artículos.
Por poner algún ejemplo de estas crónicas podemos citar Los suicidas del fin del mundo. Crónica de un pueblo patagónico de Leila Guerriero; Hiroshima, de John Hersey, crónica sobre seis supervivientes de Hiroshima; o las crónicas recopilatorias de Los migrantes que no importan, de Oscar Martínez,
3-Crónica literaria o interpretativa
Con el tiempo, la crónica adquirió una forma literaria, añadiendo recursos propios de la ficción. En la crónica literaria, el autor articula los hechos en torno a un discurso literario en el que la parte subjetiva tiene mayor peso que los datos históricos. Aunque la historia parta de sucesos reales y con frecuencia aporta testimonios reales, el estilo del autor proporciona su valor literario. La línea entre la ficción y no ficción se diluye, y muchas crónicas literarias pueden considerarse como novelas. Hay quien ha denominado a este tipo de obras como novelas de no ficción, curioso término que, sin embargo, no es tan contradictorio como puede parecer.
Hay célebres e interesantes crónicas interpretativas como A sangre fría, de Truman Capote (considerada como uno de los precursores del género), Ponche de ácido lisérgico de Tom Wolfe o Crónica de una muerte anunciada de García Márquez. Entre las obras más recientes, cabe destacar Voces de Chernóbil de Svetlana Alexievich.
No sé de qué hablar… ¿De la muerte o del amor? ¿O es lo mismo? ¿De qué?
Nos habíamos casado no hacía mucho. Aún íbamos por la calle agarrados de la mano, hasta cuando íbamos de compras. Siempre juntos. Yo le decía: «Te quiero». Pero aún no sabía cuánto le quería. Ni me lo imaginaba… Vivíamos en la residencia de la unidad de bomberos, donde él trabajaba. En el piso de arriba. Junto a otras tres familias jóvenes, con una sola cocina para todos. Y en el bajo estaban los coches. Unos camiones de bomberos rojos. Este era su trabajo. Yo siempre estaba al corriente: dónde se encontraba, qué le pasaba…
En mitad de la noche oí un ruido. Gritos. Miré por la ventana. Él me vio:
—Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Volveré pronto.
No vi la explosión. Solo las llamas. Todo parecía iluminado. El cielo entero… Unas llamas altas. Y hollín. Un calor horroroso. Y él seguía sin regresar. El hollín se debía a que ardía el alquitrán; el techo de la central estaba cubierto de asfalto. Sobre el que la gente andaba, como él después recordaría, como si fuera resina. Sofocaban las llamas y él, mientras, reptaba. Subía hacia el reactor. Tiraban el grafito ardiente con los pies… Acudieron allí sin los trajes de lona; se fueron para allá tal como iban, en camisa. Nadie les advirtió; era un aviso de un incendio normal.

Muchas gracias, muy lúdico e interesante su trabajo, de mi parte tratare de ilustrarme a fondo del tema , y sacar a la luz muchas cronicas de vida. ¿Tienen algun ejemplo de crónicas exitosas llevadas al septimo arte? Gracias y feliz navidad 2020 para todos.
Hola, Jose:
Pues, por ejemplo, A sangre fría ha sido llevada a la gran pantalla en varias ocasiones. Quizá la más interesante es la más antigua, la de 1967 que es en blanco y negro.
Gracias por pasarte por aquí y feliz Navidad para ti también. Espero que el 2021 sea un poco mejor.
Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, le disputa a A sangre fría, de Capote, el primer ejemplo de crónica o non-fiction.
De este libro también se hizo un film.
Buen aporte, Marcela.
Es cierto, se disputa ser la primera novela de no ficción, pero yo creo que Walsh se queda más cerca de la crónica periodística que de la literaria, si bien es el primero que utiliza en el género periodístico técnicas y recursos propios de la novela. Está considerada como el primer libro del Nuevo periodismo, pero para algunos es novela y para otros crónica periodística o reportaje. En cualquier caso, como suele decirse, sentó las bases de lo que vendría después.
Hola tenia muchas dudas en cuanto al genero crónicas pero con esta información detallada quede muy claro ya que me estoy estrenando como escritor ahora ya se ha que tipo de genero literario pertenezco gracias..
Me hizo muy útil esta respuesta que dan en esta página me saque un 20 con esta respuesta
Me alegra mucho leer eso, Alex. Espero que recomiendes nuestra página. 😉
Muy útil la clase.
Me fue muy útil leer y tenía muchas dudas en cuanto a la genero crónica con esta información ya he podido entender.
Creo que es una explicación completa. Gracias.
Gracias muy útil y muy completa la información.
Muchas gracias por la info, me sirviò mucho para una monografia, ahora solo espero aprobar jaja.
Gracias por la cronología del término porque no tengo libros de texto para guiarme.
Gracias. Me resulta útil esta información. Pero, igual me parece que sobre este tema hay cierta ambigüedad o es complejo delimitar sus características y tipos.
Sí, estoy de acuerdo. Así lo he indicado en el artículo. La clasificación está solo para poder explicar los diferentes tipo de crónica que podemos encontrar, más que para establecer una tipología cerrada.
Muy bueno este sitio y aprendo con estas clases. Si tomo alguna sentencia o ideas, van entrecomilladas y con las citas corespondientes. Así se promueve mucho más este trabajo tan profesional. Muchas gracias.
EXCELENTE INFORMACIÓN. GRACIASSSS