
El “arma de Chéjov”, o “pistola de Chéjov”, es un recurso narrativo que tiene su origen en una carta que el escritor Antón Chéjov le envió a su amigo Aleksandr Lázarev, donde le decía:
“Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí”.
Antón Chéjov
1 de noviembre de 1889
Cuando en escritura creativa hablamos de la “pistola de Chéjov” nos referimos a que no se deben incluir en una historia elementos que sean superfluos e innecesarios, especialmente si se trata de un relato breve o un cuento. Si se incluye un determinado elemento, ya sea un objeto o un personaje, es porque este resulta imprescindible para desarrollar el argumento. Es decir, si lo eliminamos, la historia se quedaría coja o no se entendería igual. En narrativa, todo elemento tiene una función.
¿Clavo o pistola? ¿Se refiere Chéjov específicamente a un arma?
No, de hecho circulan muchas versiones acerca de lo que Chéjov dijo realmente. Una de ellas es: “Si al comienzo de un relato se ha dicho que hay un clavo en la pared, ese clavo debe servir al final para que se cuelgue en él el protagonista.” Aunque en otra versión menos suicida era un cuadro y no el protagonista lo que debía colgarse de dicho clavo. Al parecer, estas confusiones se deben a un error de traducción.
En cualquier caso, el recurso no se refiere únicamente a la aparición de armas, ya sean clavos o pistolas, sino a elementos de la historia, con frecuencia objetos, que por su singularidad y la forma en que se describen en el texto o su carácter simbólico, llaman la atención del lector. Es decir, crean en él una expectativa, como ocurre lógicamente cuando se trata de una pistola.
¿Qué es y qué no es un arma de Chéjov?
No todo objeto que aparece de forma reiterada en un texto tiene que ser un arma de Chéjov. Como hemos dicho, este recurso trata de llamar la atención sobre algo que después cobrará importancia en la historia. El lector tal vez no lo sepa en un principio, aunque es posible que algunos lectores experimentados sospechen algo sin que puedan llegar a concretar los detalles.
Pero se trata de que la función del objeto no sea demasiado evidente. Si le damos una importancia excesiva o hacemos que ese objeto esté presente en casi todas las escenas, llegado el momento de mostrar su importancia el recurso no funcionará. Una cosa es intuir que algo pasará con ese elemento y otra muy distinta sospechar desde el primer momento para qué se utilizará después. En el primer caso el lector se sorprende, en menor o mayor medida, y dice algo como “¡Claro, ahora todo tiene sentido!”, o bien: “¡Vaya, mira por dónde!”. En el segundo caso dice: “Lo sabía”.
¿Cómo usar un arma de Chéjov?
Disparándola. No, es broma. Disparándola contra tu profe de escritura creativa. Mejor dejemos de lado el humor negro porque no es mi fuerte. Una forma de usar el arma de Chéjov es mencionándola desinteresadamente haciendo que pase desapercibida para el personaje y/o para el lector. Aunque no del todo, porque también puede servir precisamente para crear suspense.
Eso sí, a veces, como escritores, tenemos el elemento muy claro en nuestra cabeza y pensamos que solo con nombrarlo se hará visible para los lectores. Nada más lejos de la realidad. ¿Sabes cuántas palabras tiene una novela? Para que, llegado el momento de utilizar ese “arma” simbólica, el lector recuerde cómo y en qué momento apareció es conveniente que se le quede muy grabada la imagen de ese objeto o personaje en su cabeza. Una buena descripción, una acción que un personaje realiza con ese objeto, o utilizar algún otro recurso como una metáfora o similar cuando aparece, son opciones que nos ayudarán a darle importancia al elemento que será utilizado como arma de Chéjov. Te aconsejo leer también la entrada relativa a la descripción literaria.
Se trata de destacar el objeto o personaje, pero de forma sutil, con discreción. No se trata de disimular su aparición, pues si lo hacemos el lector lo olvidará, sino de disimular su utilidad o importancia en la historia, lo que a menudo se consigue situándolo fuera del contexto para el que está pensado.
A menudo el objeto o personaje que representa el arma de Chéjov se utiliza en el desenlace, ya sea como una parte de él o como un elemento importante para la resolución del conflicto.
Ejemplos de arma de Chéjov
Para terminar, cuando en el blog hablamos de algún recurso literario, suelo incluir algunos ejemplos. El problema, en este caso, es que es imposible citar algún ejemplo de pistola de Chéjov sin desvelar la sorpresa final.
La biblia que lee Andrew Dufresne en la película Cadena Perpetua actúa como arma de Chéjov, si bien esta no aparece en el relato de Stephen King en el que está inspirado (“Rita Hayworth y la redención de Shawshank”). En este caso, la “función” de la biblia está clara para el personaje, pero no para el espectador, que ata cabos al final de la película.
Otro ejemplo, este mucho más poderoso, por inesperado, aparece en la película Irrational Man de Woody Allen: una pequeña linterna obtenida como regalo en una feria del parque de atracciones se convertirá en el desenlace en un auténtico rifle.
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