
Atendiendo a su participación en la historia, los tipos de narradores que podemos encontrarnos en un texto de ficción son dos: narrador internos y narrador externo. Ya hemos hablado de los externos: el narrador omnisciente, el equisciente y el narrador cámara. Esta entrada vamos a dedicarla a los narradores internos.
Definición de narrador interno
Un narrador interno es aquel que, además de actuar como narrador de la historia, es un personaje que está dentro de ella. El narrador interno es además de narrador un personaje de ficción que participa de algún modo en la historia.
Entre los narradores internos podemos distinguir claramente dos: el narrador protagonista y el narrador testigo. Ambos son narradores homodiegéticos, cuentan una historia (diégesis) en primera persona habitualmente, una historia en la que han participado de alguna forma u otra. Por el contrario, los narradores externos no son personajes de la historia (son heterodiegéticos).
Narrador protagonista: caracteríticas
Es el narrador interno más frecuente. Utiliza habitualmente la primera persona. El narrador es un personaje de la historia. Participa de ella, de hecho, es el protagonista y cuenta su propia historia. Es un narrador claramente subjetivo, pues que solo puede conocer la historia a través de su propia experiencia.
La mayor parte de las veces el narrador protagonista utiliza la primera persona del singular, pero podemos encontrarnos con varios protagonistas que utilizan la primera persona del plural o incluso la segunda persona, si bien, no es lo más habitual.
A veces al narrador protagonista se le llama primera persona protagonista. Se le conoce también como narrador autodiegético: narra su propia historia.
Errores frecuentes al identificar el narrador protagonista
Se tiende a pensar que todos los narradores en primera persona son narradores protagonistas. Es lo más frecuente, pero no la única opción como veremos en el siguiente párrafo al hablar del narrador testigo.
También podemos encontrar narradores protagonistas que utilizan la segunda persona. Es lo que se conoce como “el yo escondido”. No es un caso frecuente, pero puede darse.
El hecho de que un narrador protagonista utilice la primera persona no significa que todas y cada una de las oraciones utilicen esta forma personal. Si el narrador habla de un tercero, de otro personaje, para referirse a él utilizará la tercera persona. Por eso no debemos pensar que, si leemos las dos o tres primeras líneas de un texto, y están en tercera persona podemos descartar el narrador protagonista. Hay que seguir leyendo un poco más para entender desde qué perspectiva se cuenta la historia. Leyendo el ejemplo que se incluye a continuación lo entenderás mejor.
Ejemplo de narrador protagonista en el cuento
El narrador protagonista en primera persona es muy utilizado en la narrativa tanto en la novela como en el cuento. Un ejemplo de narrador protagonista lo tienes en el cuento titulado Lavandería Ángel, uno de los relatos incluidos en el libro recopilatorio titulado Manual para mujeres de la limpieza de Lucía Berlín.
Un indio viejo y alto con unos Levi’s descoloridos y un bonito cinturón zuni. Su pelo blanco y largo, anudado en la nuca con un cordón morado. Lo raro fue que durante un año más o menos siempre estábamos en la Lavandería Ángel a la misma hora. Aunque no a las mismas horas. Quiero decir que algunos días yo iba a las siete un lunes, o a las seis y media un viernes por la tarde, y me lo encontraba allí.
Con la señora Armitage había sido diferente, aunque ella también era vieja. Eso fue en Nueva York, en la Lavandería San Juan de la calle 15. Portorriqueños. El suelo siempre encharcado de espuma. Entonces yo tenía críos pequeños y solía ir a lavar los pañales el jueves por la mañana. Ella vivía en el piso de arriba, el 4-C. Una mañana en la lavandería me dio una llave y yo la cogí. Me dijo que si algún jueves no la veía por allí, hiciera el favor de entrar en su casa, porque querría decir que estaba muerta. Era terrible pedirle a alguien una cosa así, y además me obligaba a hacer la colada los jueves.
La señora Armitage murió un lunes, y nunca más volví a la Lavandería San Juan. El portero la encontró. No sé cómo.
Durante meses, en la Lavandería Ángel, el indio y yo no nos dirigimos la palabra, pero nos sentábamos uno al lado del otro en las sillas amarillas de plástico, unidas en hilera como las de los aeropuertos. Rechinaban en el linóleo rasgado y el ruido daba dentera.
Como ves, en este ejemplo la narrador protagonista comienza el relato utilizando la tercera persona para referirse al indio con el que solía encontrarse en la lavandería. Sin embargo, está claro que la perspectiva del cuento es la de una primera persona protagonista.
Ejemplo de narrador protagonista en la novela
Un ejemplo de narrador protagonista es la novela El juguete rabioso del escritor argentino Roberto Arlt, historia narrada por su protagonista el adolescente Silvio Astier:
Cuando tenía catorce años me inició en los deleites y afanes de la literatura bandoleresca un viejo zapatero andaluz que tenía su comercio de remendón junto a una ferretería de fachada verde y blanca, en el zaguán de una casa antigua en la calle Rivadavia entre Sud América y Bolivia.
Decoraban el frente del cuchitril las polícromas carátulas de los cuadernillos que narraban las aventuras de Montbars el Pirata y de Wenongo el Mohicano. Nosotros los muchachos al salir de la escuela nos deleitábamos observando los cromos que colgaban en la puerta, descoloridos por el sol.
A veces entrábamos a comprarle medio paquete de cigarrillos Barrilete, y el hombre renegaba de tener que dejar el banquillo para mercar con nosotros.
Era cargado de espaldas, carisumido y barbudo, y por añadidura algo cojo, una cojera extraña, el pie redondo como el casco de una mula con el talón vuelto hacia afuera.
Cada vez que le veía recordaba este proverbio, que mi madre acostumbraba a decir: «Guárdate de los señalados de Dios.»
Ejemplo de narrador protagonista en segunda persona
Un ejemplo de narrador protagonista en segunda persona es la novela autobiográfica de Paul Auster titulada Diario de invierno. Puedes leer a continuación un fragmento.
Te gustaría saber quién eres. Con poco o nada para orientarte, das por sentado que eres el producto de vastas migraciones prehistóricas, de conquistas, violaciones y secuestros, que los prolongados y tortuosos cruces de tu horda ancestral se han extendido por muchos territorios y reinos, porque tú no eres la única persona que ha viajado, después de todo tribus de seres humanos llevan miles de años desplazándose por el planeta, y ¿quién sabe quién engendró a quién que a su vez engendró a quién que engendró a quién para luego engendrar a quién hasta acabar con tus padres engendrándote en 1947? Sólo puedes remontarte a tus abuelos, con escasa información sobre tus bisabuelos por parte de tu madre, lo que significa que las generaciones que los precedieron no son más que un espacio en blanco, un vacío de conjeturas y ciegas suposiciones.

Narrador testigo: definición y características
Al igual que el narrador protagonista el narrador testigo también es un personaje de la historia y utiliza también la primera persona, pero en este caso el narrador testigo no cuenta su historia sino la de otro personaje, la del protagonista. Es un narrador subjetivo, pues que solo puede conocer la historia a través de su propia experiencia, al igual que en el caso del narrador protagonista. Sin embargo, el narrador testigo cuenta la historia de otro personaje que no es él, cuenta, como hemos dicho, la historia del protagonista. Utiliza la primera persona, normalmente la primera persona del singular. A veces se le llama primera persona no protagonista.
Errores frecuentes al identificar o utilizar al narrador testigo
Con frecuencia el narrador testigo tiene un peso importante en la historia y, por ello, puede ser confundido con el verdadero protagonista. Para distinguir uno de otro deberemos tener en cuenta la estructura narrativa. ¿Qué personaje tiene el deseo u objetivo, actúa para conseguirlo y evoluciona a lo largo del texto? Ese es el protagonista.
Otro de los errores frecuentes, tiene que ver con la dificultad a la hora de narrar escenas o acontecimientos en los que el narrador testigo no ha estado presente. En estos casos, no es extraño encontrar relatos de escritores principiantes que se olvidan del punto de vista del narrador testigo y adoptan el del protagonista. Para evitar este error, debemos recurrir a otros recursos que nos permitan facilitar la información que el lector necesita sin perder la verosimilitud.
Por ejemplo, el narrador testigo puede narrar algo que le han contado, que ha escuchado decir, o que sospecha o ha podido deducir de los sucesos en los que sí ha estado presente. También puede hacer suposiciones y dudar de ellas. El uso de modalizadores será importante en este tipo de situaciones: quizá, puede que después…, lo que ocurrió más tarde lo ignoro, pero pienso o imagino que…: son algunas opciones que permiten que el punto de vista de la historia se mantenga en la figura del narrador testigo.
Ejemplo de narrador testigo
Un ejemplo de narrador testigo en primera persona es el utilizado por Truman Capote en la célebre novela Desayuno en Tiffany’s. La novela comienza de esta forma:
Siempre me siento atraído por los lugares en donde he vivido, por las casas y los barrios. Por ejemplo, hay un edificio de roja piedra arenisca en la zona de las Setenta Este donde, durante los primeros años de la guerra, tuve mi primer apartamento neoyorquino. Era una sola habitación atestada de muebles de trastero, un sofá y unas obesas butacas tapizadas de ese especial y rasposo terciopelo rojo que solemos asociar a los trenes en día caluroso. Tenía las paredes estucadas, de un color tirando a esputo de tabaco mascado. Por todas partes, incluso en el baño, había grabados de ruinas romanas que el tiempo había salpicado de pardas manchas. La única ventana daba a la escalera de incendios.
A pesar de estos inconvenientes, me embargaba una tremenda alegría cada vez que notaba en el bolsillo la llave de este apartamento; por muy sombrío que fuese, era, de todos modos, mi casa, mía y de nadie más, y la primera, y tenía allí mis libros, y botes llenos de lápices por afilar, todo cuanto necesitaba, o eso me parecía, para convertirme en el escritor que quería ser.
Jamás se me ocurrió, en aquellos tiempos, escribir sobre Holly Golightly, y probablemente tampoco se me hubiese ocurrido ahora de no haber sido por la conversación que tuve con Joe Bell, que reavivó de nuevo todos los recuerdos que guardaba de ella.
Si te gustó esta entrada, tal vez te interese la del narrador omnisciente y ejemplos de narrador omnisciente.
Bibliografía:
Genette, Gerard. El discurso del relato. Ensayo de método.
Genette, Gerard. Análisis estructural del relato.
Considero que las descripciones que se dan en esta orientación,son muy sencillas pero muy clarificadosras a su vez.
Me gusta escribir lo que siento, lo que he vivido. Me abruman las novelas o relatos donde las descripciones de objetos, colores, etc. son tan detalladas que me “exigen” que haga una lectura a mordiscos, o sea, saltándome algún párrafo para continuar con el hilo conductor de la historia.
Todo tiene su medida y esta información me servirá para escribir y exponer mis sentimientos, no sólo contar la historia.
Muchas gracias.
Hola Mari Carmen! Entiendo tu punto de vista, pero debes saber que las descripciones son muy importantes en las escenas. Son necesarias, no sólo porque deben pausar un poco la acción, sino porque ademas invitan al lector a sumergirse aun más en el relato.
El narrador cámara, por ejemplo, sobrevive gracias a las descripciones.
Gracias y buena lectura!
No me gustó las cosas que tenía el texto me parecía que le falta más imágenes y por lo menos un video
Hola, Susana:
Lamentamos que no fuera de tu agrado. Consideramos que lo mejor para explicar conceptos de escritura creativa es, precisamente, mediante la escritura y que las imágenes no aportan mucho, aunque quizá puedan hacerlo más entretenido. En cuanto a los vídeos no son las mejor opción para un blog, ralentizan la carga de la página y dificulta la posibilidad de poder verlo en diferentes dispositivos. Nos animaremos en el futuro a abrir un canal de you tube.